miércoles, octubre 10, 2012

Las horas me magullan cuerpo a cuerpo, entretenidas como están en convencerme
de que lo que pienso,

                                    nunca, digo nunca,
                                    saldrá con todas sus palabras.


Las horas son como espinas. Me acribillan con sus puntas, con su veneno,
                                                  hasta matizan lo que siento.

Y, sin embargo, las horas, esas horas que me abaten, son baldosas que se me ofrecen, abiertas en canal y con futuro.

Las fechas marcadas, como las cartas

Cada envite, cada gesto, cada aliento, cada ausencia, ...

poquer de ases sin mangas ni marcas, real como el deseo que me arrastra a ti, que me pierde sin límites ni fronteras.



Mil veces me he dicho hasta aquí. Y aquí no es más, pese a lo que todos pudieran pensar, que una conditio sine qua non.


domingo, agosto 24, 2008

Oh qué será, qué será?

Reconozco que este mes me ha dejado huella. Por eso, siento auténtico terror al resultado de tanta ausencia.

Y deseo, pero me asusta, esa primera mirada a tus ojos y que me digan la verdad.

Se me ha llenado el cuerpo de nervios desde que sé que estás más cerca.

martes, julio 22, 2008

Me arde el aliento

Es así.


Un volcánico aliento me surge en constantes fumarolas al oír tu sexo rondar cerca de mi boca.


Tan claro que mi cuerpo se parece a una muñeca rusa:


Más, más, más...


viernes, marzo 07, 2008

Ya has llegado

Juro que jamás pensé en llevar la caricia hasta tu extremo y, sin embargo, es ella quien me arropa y engaña para no diluirte entre sueños.

Por eso el dígito huye en silencio, como quien evita la distancia, sin fuerza, sin apenas voluntad…como el deseo desbocado que se derrama atravesando todo lo que encuentra a su paso.


domingo, julio 22, 2007

A tres centímetros de tu boca

(“Un pequeño paso para un hombre, un salto gigantesco para la Humanidad” – Neil Armstrong, 21 de julio de 1969; 03:56 am hora española)


Imaginar distancias siempre es fácil:

Los labios no entienden de fronteras y tan sólo exigen el deseo irrefrenable de perderse en la angostura del otro.


La dificultad estriba en localizar el punto exacto del aterrizaje, las coordenadas concretas en el mapa, el lunar correcto o, al fin y al cabo, el centímetro libre pese a las ataduras.


Déjame ser el imán que te atraiga sin fuerza alguna.

jueves, abril 26, 2007

Dame aliento

Me rompes hora a hora con tu sonrisa. Llegas, me abres en canal con tu proa ficticia, sin dejarme siquiera respirar antes de hundirme nuevamente en el agua.

Es contradictorio, lo sé, pero me gusta. Me gusta ver tu risa como un motor fueraborda, quebrando el silencio con el que te acuestas.

Eso sí, aún no hago pausas jugando a mecanos con los recodos de tu cuerpo.

viernes, enero 12, 2007

Seré claro:

Desearía obtener todo aquéllo que sé no puedo de ti. Entera, sin condiciones ni ataduras, con todos los minutos para recorrer cada centímetro de tierra mochila en mano rellena de sueños.

Creo que eso lo sabes.

Pero es imposible.

Y por eso me respetas.